lunes, 31 de agosto de 2009

VERÁSTEGUI VISIONARIO POR RICARDO GONZÁLEZ VIGIL (DIARIO EL COMERCIO, 31-08-09)

Siempre deslumbrante, con la magia de la poesía fluyendo en sus palabras y en sus razonamientos (que incluyen fórmulas matemáticas) teñidos de imaginación y de explosión sanguínea, fusionando cerebro-corazón-lenguaje, Enrique Verástegui nos obsequia un nuevo poemario: “Teoría de los cambios”.

El autor atribuye el texto a un matemático chino del siglo XIII. Recordemos que su anterior poemario llevaba un título matemático y mencionaba a otro sabio de ese país: “Teorema de Yu” (2004). En consonancia con ello, “Teoría de los cambios” guarda una estrecha conexión con un clásico chino, al que Confucio profesaba tal devoción que manifestó su deseo de vivir más años para dedicarlos únicamente a su meditación: el “I Ching” o “Libro de mutaciones”, compuesto por hexagramas de líneas a las que se asemejan las de la carátula del poemario que comentamos. Sabemos que hace décadas Verástegui acuñó el título “Teoría de los cambios” para el formidable poemario finalmente denominado “Angelus Novus”; ahora, encuentra su lugar adecuado en un texto atribuido a un sabio chino.

La otra conexión mayor es con el “Tao Te Ching”, el libro central de la mística taoísta, a la cual alude expresamente Verástegui en varios poemas, reelaborando la capacidad taoísta para unir los contrarios y tornar absurdo todo afán de fijar nociones rígidas. Resulta crucial aquí (como ocurre en el diálogo entre Oriente y Occidente en los poemas de Pound y Octavio Paz) la valoración occidental del cuerpo, del componente físico (es decir, sometido a los cambios, según Aristóteles): “La mente está en la sangre —todo el cuerpo— y no solo en el cerebro [] El cuerpo es cosmos desatado. / Corazón y luna se equivalen tanto como cerebro y sol / mientras gramática y matemática rotan en la sangre” (pág. 13).

El aporte de Verástegui a la poesía en lengua española merece mayor reconocimiento que el que está recibiendo, ausente en pretenciosas antologías editadas en España en esta década (figuraba, en cambio, en las antologías de los años 80 y 90, aparecidas en México y diversos países). Numerosos poemas excelentes de “En los extramuros del mundo” (1971), “Angelus Novus” (2 tomos, 1989-1990) y sus otros libros lo ungen como una de las voces capitales surgidas en los años 70, acaso el más dotado y complejo en niveles discursivos y recursos expresivos.

Ninguneado, Verástegui nos interpela: “Florecí más que nadie / pero perfidia cayó sobre mí, / doblándome como una flor, / herrumbrándome, y fui silenciado. / Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la vida, / ¿no dan ganas de llorar?” (pág. 33). Pero el tiempo es el mejor crítico literario; hará justicia a su inmenso talento poético.

ILUMINACIONES

En griego, “teoría” significa “visión”. Fiel a su matriz poético-científico-filosófico-profética, esta teoría de los cambios despliega una visión fundamentalmente poética, pero también matemática, epistemológica y mística. De un lado, una óptica mayor de la poesía moderna occidental: el poeta vidente de Blake, Hölderlin y Rimbaud. De otro lado, una comunión con la cultura china: Verástegui como traductor de un matemático del siglo XIII.

La Filosofía Oriental en Teoría de los Cambios de Enrique Verastegui por Raúl Heraud

Enrique Verastegui en su último poemario titulado Teoría de los Cambios (Sol Negro editores/ Cascahuesos, 2009), como él mismo dice ha “traducido” al matemático Chino Ch’in Chiu – Shao; inmerso en una especie de trance nos entrega una poesía en las que a decir verdad encontramos una gran dosis de misticismo relacionado con la filosofía oriental; no es novedad el acercamiento del poeta al budismo al yoga y al Zazen (meditación en postura tradicional de loto):

Sentado en posición de loto
El mar color verde jade se revuelve
Como una inmensa placenta

(Visiones Místicas en Huanchaco).

Los poemas son breves, apenas suspiros con el espíritu Koan de los Rinzai japoneses (diálogos entre maestro y discípulo), los aborda con sensibilidad y delicadeza, con tanta intuición y espontaneidad que nos hace recordar al poeta oriental Basho:

Yoku mireba
Nazuna hana saku
Karina

Cuando miro con cuidado
¡Veo florecer la nazuna
Junto al seto!

E.V.

Déjenme así, extraño y solitario
Por favor déjenme florecer

(Diario Z +1:2/1/2004)


No tiene sentido envejecer
Sin no haber amado flores

(8 a.m.)

En la milenaria tradición oriental la flor significa revelación espiritual, así mismo la luna es para los orientales sinónimo de belleza y de fuerza interna; Verastegui muestra la forma correcta de arroparse con un traje de más de siete siglos hablando desde su otro yo eterno:


Raíz, flor, fruto, son calidad para Krisol…

(VI)



El reflejo de la luna contenida
En el agua en el cuenco de mis manos
Refresca mi mente.

(Espejo)


Como podemos apreciar no es simplemente el hecho de interpretar las palabras dentro del contexto del poemario sino que los versos muestran una carga reflexiva, de introspección, de meditación para encontrar el estado pleno del espíritu (nirvana), como única vía para evitar los sufrimientos del cuerpo.

Verastegui nos enseña su conexión interna con la naturaleza, los poemas son escritos con la sabiduría de un monje y la frescura e inocencia de un joven aprendiz que tendido sobre alguna pradera observa con asombro como pasa la vida a su alrededor. (Lin yu tang).

En Teoría de los cambios existe la constante búsqueda de un equilibrio (yin /yang) para poder penetrar la naturaleza misma y poseerla, ser la naturaleza (zen), conocer sus secretos, sus alegrías, sus sufrimientos, es decir, toda una vida vibrando dentro de sí mismo (Suzuki).

En la simpleza de sus palabras encontramos luminosa verdad, inagotable manantial donde se refresca y renueva nuestro pensamiento; Teoría de los cambios no es sólo un libro de poemas, es un bello atardecer donde la sabiduría y la fe convergen, la razón no es suficiente para penetrar en él, de igual modo la emoción no sirve como único camino de acceso, pero sin ambas tal vez sería imposible deslizarse adecuadamente por su contenido (Tao te King).

Verastegui ha ido más allá de la poesía, en el presente libro nos ha entregado parte de su búsqueda metafísica, nos muestra el camino seguido por él para alcanzar la trascendencia espiritual: “Treinta y dos radios convergen en un solo centro (…) hacemos una vasija con un trozo de arcilla, el espacio vacío de su interior es el que le da su utilidad”. (Lao Tse).



Nunca hubo principio ni fin
El mundo de la conciencia es anterior a la materia
De lo increado brota la creación
Y lo innominado gobierna el universo

(Avatar: epístola a los discípulos de Krisol).

Enrique sabe que el destino del hombre se encuentra más allá de las palabras, habita en la belleza natural, en el gran todo, en el caótico orden de la creación; sabe que la materia es limitante, estado impuro, el cuerpo apenas un envase transitorio que cambiamos una y otra vez; Y es que simplemente estamos aquí para dejar constancia de nuestro fugaz paso por el mundo.

Escribí ese poema en la otra vida
y lo refrendo ahora. No es un Karma,
es el apretón de manos entre pasado y futuro.
Tal vez no escribí ese poema ayer,
sino en un mundo múltiple
donde pasado, presente, y futuro se confunden:
luz al final del túnel
que traspasa la montaña hacia la luz.

(Karma y Luz)

TEORÍA DE LOS CAMBIOS DE ENRIQUE VERÁSTEGUI POR MIGUEL ILDEFONSO


Teoría de los Cambios (Sol Negro / Cascahuesos Editores, 2009) de Enrique Verástegui es una praxis metapoética a modo de testimonio, mezclada con meditaciones metafísicas, sucintas e irónicas observaciones de su entorno cotidiano, y pensamientos que integran ciencia, poética, filosofía, estética y ensayo; es también el análisis retrospectivo de propio oficio poético, una mirada a la trayectoria vital, existencial, artística y espiritual de un hombre que ha dedicado muchos años a la búsqueda de la plenitud mediante el arte de la palabra y el ejercicio del conocimiento. Es la visión integral del ser humano, que no separa hombre y cosmos, que ha llegado a entender que la revolución empieza en el interior de cada ser y que sus alcances no acaban en el universo. Una visión mística que integra razón y poesía oriental, y que borra las contradicciones entre lo bueno y lo malo, las dualidades.

Primero el poeta asume una posición marginal ante su sociedad: “Se me ha prohibido hacer filosofía,/ se me ha prohibido pensar,/ cuando de lo que se trata es de organizar el caos”, nos dice desde su posición de pensador, matemático o científico. En casi todos los textos su voz parece dirigirse al no-lector, mejor dicho, al nuevo lector que avizora. Es una poesía que mira el pasado, pero que le habla al futuro, como un Angelus Novus: el poeta sabe que ha sido silenciado por la sociedad, pero eso no significa que puede evadirse de su responsabilidad. Ahora que el poeta ha recobrado la voz, nos guía, nos explica, nos da pistas de sus obras silenciadas, a ratos como una Vita Nuova o un Ecce Homo, y a veces como cartas, cuaderno de apuntes reflexivos, diario, libreta de notas o carnets.

Pero no todo es repaso de la propia trayectoria o análisis de las posibles certezas alcanzadas, hay también un diálogo con otros poetas, tan antiguos como Dante o Holderlin, o presentes como Reynaldo Jiménez, Sologuren y Kozer; lo mismo están filósofos con los que debate como Kant y Hegel. Cito estos versos geniales: “Todo – lógica, matemáticas, ciencia – es tu cuerpo/ esa razón práctica de Kant, que Hegel,/ en nombre del Estado, contradice./ el Estado es superfluo, y Hegel un patán”. El poeta hace un constante ejercicio de la memoria, como es el caso de este breve pincelazo de Paris: “Como el Dante, pasé por La Sorbona./ Leyenda y misterio rodean mi estadía en Francia”. O recurre a la forma lírica de la elegía para recordar como emblemas a amigos que se han ido: Carlos Frías o Pocho Ríos (“Bohemio legendario/ se inmoló en bares fulminantes/ como infarto, estocada al corazón/ que la Virgen María se lleva”).

“El mundo es una sombra a mi lado / que Tao ilumina”, escribe hacia el final, en los poemas más afines a la poesía japonesa y china. Uno de los principios que el poeta postula es la supremacía de la Conciencia sobre la materia y lo real. Bajo esta premisa, entonces: “Si el mundo no cambia para bien/ ¿Para qué habrá de cambiar?”, dice esta teoría que asume también que “el mundo que cambia es pasado”, y que “el principio del cambio, permanece”. La Teoría de los Cambios, es decir, de lo permanente, se guía por la belleza (lo que permanece), y la belleza se guía por la virtud (lo que se aspira). La virtud, entonces, la hallamos desde donde el poeta se rebela (su postura no-oficial), y a través de esas visiones místicas de la naturaleza, visiones de Lima, del caos, de la desolación, de la tristeza, pero integradas como circuitos mentales ante una pantalla de computadora del cual brotan iluminaciones como haykus. Para el poeta iluminado la belleza es salvación, para el poeta entusiasta el conocimiento siempre ha de ser deslumbramiento. Esta es una de las mejores lecciones que sacamos de este nuevo y hermoso poemario del gran Enrique Verástegui, poeta universal.
(Imagen: Presentación de "Teoría de los cambios" en la Sala José Maria Arguedas de la FIL 2009)

viernes, 21 de agosto de 2009

Agarra esa flor: entrevista a Enrique Verástegui por Tomacini Sinche López (Diario Expreso, 21-08-09)


El poeta nacional, que acaba de publicar el poemario “Teoría de los cambios”, le pide ayuda económica al presidente Alan García.

–“Teoría de los cambios” amalgama poesía, filosofía, ciencia…

Es un libro de madurez que explica una multiplicidad de intereses que se centran en mí. Soy como un hombre del Renacimiento.
Nada de lo humano me es ajeno y obviamente este interés total por el conocimiento se ve reflejado en mi poesía, la cual no es ajena a nada de lo humano.

–¿Este libro se puede considerar como la continuación de su tetralogía “Ética”?

Creo que sí, no sé que dirán los críticos, pero se le puede considerar como un quinto libro de ese conjunto.

–En “Teoría…” se percibe una mayor concreción en cada palabra empleada…

Mi poesía siempre ha sido concreta…

–Me refiero a que usa menos versos, palabras más exactas…

Sí, me explayaba más. Es que en este libro he tenido que darle voz poética al matemático chino Ch’in Chiu-Shao, quien inventó el símbolo cero y revolucionó la poesía, por eso necesitaba encontrar un tono y una claridad diferentes. Mi intención es que las nuevas generaciones de poetas lo conozcan.

–A la vez es una experiencia diferente…

Ha sido una experiencia límite, en la medida en que he empleado una técnica casi zen-budista, si se puede decir así, para crear y escribir.

–¿Cómo es esa técnica?

Ponía mi mente ligeramente en blanco y luego la llenaba con los sonidos inmediatos de la realidad para poder escribir.

–¿Cuánto tiempo le ha tomado terminar el libro?

Se ha ido dando desde el 2005, gracias a la magia de internet, ya que son poemas que se los enviaba diariamente por correo electrónico a la profesora argentina Alba Delia Fede, a quien por cierto está dedicado el poemario y vive en Mar del Plata. No pensaba que serían un libro.

–¿Y cómo llegó a publicarse?

Fue por interés del poeta Paul Guillén, editor de Sol Negro Editores, quien le pidió a Alba Delia mis poemas. Tenía la intención de que ella los archive y se publicaran más adelante junto con los e-mails que nos escribimos, pero al final Paul me convenció y el libro ya está en librerías.

–Me comentaron que estaba mal de salud, que andaba recluido y que es fiel a su verso “Déjenme así extraño y solitario”…

No tanto así. Estoy mejor de salud. He dejado el licor y el cigarro, pero ando usando unos parches para controlar esa adicción. Sólo salgo cuando vienen mis amigos.

–¿Y qué piensa publicar más adelante?

Quiero aprovechar la entrevista para comentarte que he dejado hace meses un libro inédito en la mesa de partes de la Biblioteca Nacional del Perú, enviado a Hugo Neyra para ver si me lo podía publicar, pero hasta ahora no he recibido respuesta suya, ni una llamada ni una carta. Se trata de unas conferencias que di y quisiera que él las publique.

–Aprovecho entonces para preguntarle por su casa en Cañete, ¿ya está reconstruida?

Ese es otro asunto. Mi casa republicana en Cañete tuvo que ser demolida luego del terremoto de hace dos años y hasta ahora el gobierno no ha hecho nada para levantarla. Soy un poeta reconocido, siempre he servido a mi país y no tengo empleo, ni casa. Tengo mi biblioteca personal resguardada por algunos familiares en Cañete, ya que no tengo casa donde ponerla. Quisiera pedirle al presidente Alan García que me apoye y reconstruya mi hogar. Son dos años…

–Finalmente, ¿cómo quisiera que lo recordemos siempre?

Como un hombre apasionado por la producción intelectual.


El dato

Verástegui (Lima, 1950) estudió Economía en la UNMSM. Ha publicado los libros “En los Extramuros del Mundo” (1971), “Monte de goce” (1991), “Apología pro totalidad. Ensayo sobre Stephen Hawking” (2001) y “Teorema de Yu” (2004), entre otros.

Fuente: Expreso

domingo, 2 de agosto de 2009

Nuevas Teorías: El poeta horazeriano Enrique Verástegui remueve una vez más los cimientos de la poesía por Juan Carlos Gambirazio (Caretas, 30-07-09)

A sus 59 años, Enrique Verástegui ha escrito prosa, teatro, guiones para cine, música y, por supuesto, poesía. Siempre con un estilo irreverente y peleado con lo convencional, esta vez llega con Teoría de los Cambios, poemario editado por Sol Negro y Cascahuesos, en el que hace una interpretación de la obra del matemático chino Ch'in Chiu-Shao, con la que se topara en una biblioteca de Nueva York. La obra se presenta el miércoles 5 de agosto a las 5.30 p.m. en la Sala José María Arguedas de la Feria del Libro.

-En una entrevista usted mencionó que al escribir siempre está en trance. Por ejemplo al escribir Ángelus Novus levitó y con Albus escuchaba voces ¿Qué pasó al escribir Teoría de los Cambios?
-He tratado de cambiar de método para emplear un trance instantáneo, si se puede decir, al imaginar el poema en el instante mismo en que escribía. Esta vez el proceso ha sido parecido pero diferente. He tratado de darle una voz espiritual al matemático chino Ch'in Chiu-Shao, que descubrió el número cero y que en estos momentos está olvidado por el mundo. Traté de darle una voz poética.

-¿El cero es el origen de todas las cosas?
-Bueno yo lo considero como el no ser y como tal es necesariamente el origen del universo.

-En un poema usted dice “Déjenme así, extraño y solitario... Oh por favor déjenme florecer”. ¿Podría traducirse en que para que un poeta crezca realmente es necesario no hacerle mucho caso?
-Podría ser en las condiciones en las que vive el mundo actualmente. El poeta está obligado a escribir novelas para tener acceso a la opinión pública; pero, en realidad ese verso es una búsqueda de la soledad, de apartarse del mundo.

-En otro verso usted dice “¿Cuánto tiempo tendrá que pasar todavía antes que la muerte sea finalmente vencida y mis obras glorificadas?” ¿Cree realmente que la ciencia debe vencer a la muerte?
-Para eso trabaja la ciencia, en una época de utopías políticas corroídas ya la ciencia ha debido encontrar la vacuna contra el SIDA, por ejemplo, y ese es su deber.

-Alguna vez usted afirmó que había logrado armonizar en su interior los contrarios de un modo tal que podía considerarse un ser perfecto. ¿Sigue pensando lo mismo?
-Considerándome un ser perfecto he escrito este libro.

-¿Solo a nivel de escritura?
-La escritura lo es todo.

O- (*)

quisiera florecer sin recibir nada
por mis poemas, publicar grandiosas novelas
sin que me paguen derechos de autor,
escribir ensayos fundamentales
sin hacerme famoso.
Déjenme así extraño y solitario.
Oh por favor déjenme florecer.

(*) Fragmento del poema DIARIO Z + 1:2/1/2004.

Fotografía: Caretas

sábado, 1 de agosto de 2009

EL ÁNGEL EN VUELO DE LA POESÍA: UNA PEQUEÑA ENTREVISTA A UN FILÓSOFO CIENCIASÓFICO QUE ESCRIBE POESÍA Por César Pineda Quilca y Charly Martínez Toledo

“Mi amor es la poesía, la escritura a través de los cuales
expreso mi amor hacia el mundo”

Enrique Verástegui


El autor de “En los Extramuros del Mundo”, Enrique Verástegui, nos cuenta detalles de su último libro “Teoría de los Cambios”, el más inspirado y porque no decirlo el más esperado. Agrega además que este poemario se lo dedica a una amiga crítica argentina y que gran parte de sus poemas los escribió acá, a través de la Internet. Así mismo nos habla de algunas cosas más.

a

Día miércoles de Fiestas Patrias. 12 y 30 del mediodía en La Molina. A una cuadra y media de Constructores con Ingenieros. Por fin llegamos a ese bendito hogar tan esperado, donde vive un vate muy reconocido en compañía de su madre, hermanas(os) y sobrinas(os). Toco el primer timbre de unos tres que están en serie. Mientras esperamos que Enrique salga a recibirnos, Charly y yo vamos a comprar un par de Maltin Powers en aquella bodega que se ubica justamente al costadito derecho de su casa. De pronto, el poeta sale raudo como si hubiese visto por ahí a una voluptuosa mujer cubierta de rosas que lo llama. Pero todo queda ahí, en fantasía nada más. Con mucho respeto y educación nuestro anfitrión nos saluda amablemente diciéndonos: “pasen, pasen, justo los estaba esperando. Siéntense en el sofá, pero no cojan nada”, con una voz que te sacude y te pone alerta sobre cualquier hecho delictivo. La razón es muy simple. Sus libros están regados debajo del círculo de su mesita de sala como valiosos objetos de oro de un museo literario en exhibición. Y vaya que lo es. Lo notamos algo cansado, quizás un poco deprimido. Nos sentamos y escuchamos por un rato al poeta decir: “Mis amigos me abandonan por sus ocupaciones”. Pero su semblante cambia cuando damos inicio a la conversación.

- Enrique ¿Cómo surge “Teoría de los Cambios”?
- Surge de un proceso de introspección en mí mismo que busca encontrar mi yo a través de mi lenguaje poético.

- ¿Cuál es el núcleo temático del libro?
- Es la poesía y la naturaleza la temática. Son núcleos eminentemente poéticos.

- ¿Es tu poemario un libro espiritual?
- Sí, eminentemente espiritual. Está presente la idea de Dios.

- ¿Los poetas viven en un mundo múltiple?
- Deberíamos vivir en un mundo múltiple, si es que es un mundo múltiple.

- ¿Te consideras un poeta visionario?
- Sí me considero un poeta visionario por múltiples razones.

- ¿La poesía es cognoscible o todo lo contrario?
- La poesía es cognoscible. Lo innominado lo nombra la poesía.

- ¿De qué forma revoluciona la poesía en el mundo?
- Transformando conciencias.

- ¿Cómo alcanzar la plenitud de la vida?
- A través de la propia juventud y se es conciente del valor de la juventud a través de la escritura.

- ¿Qué sentimiento te ha generado la repentina muerte de Enrique Congrains?
- La desaparición de un gran cuentista. Lo leí muy joven por el año 66. “Lima, Hora Cero” fue un libro bueno por eso de la temática de las barriadas.

- ¿Qué se siente escribir a esta edad?
- Se es joven siempre. La mente no envejece nunca.

- ¿Cómo ves el futuro de la poesía peruana?
- Siempre se ha hecho buena poesía en el Perú. Toda la literatura va en avance.

- ¿Qué opinas de tu generación?
- Fue y es una generación excelente, porque transformó el Perú.

- ¿Qué representó para ti Hora Zero?
- Un grupo de élite de la literatura peruana y además teóricamente, el comienzo de la especialización en el Perú.

- ¿Qué otros proyectos o publicaciones tienes en mente?
- Publicar mis cosas inéditas.

- ¿Qué te parece la Internet?
- Un medio de comunicación fabuloso.

- Por último ¿Cómo te encuentras a pocos días de la presentación de tu libro?
- Tranquilo y a la vez nervioso..

- Gracias Enrique.
- Gracias a ustedes muchachos por la entrevista.

b

Y nosotros nos despedimos con un abrazo y un apretón de manos, encantados de escuchar sus mágicas palabras, llevándonos el sabor de la poesía a la boca…